Es una recopilación de mis reflexiones personales que me han servido de base para poder tener una mejor convivencia con todo mi entorno.

lunes, 12 de marzo de 2012

LA DULZURA DE LA VIDA...

"LA DULZURA DE LA VIDA LA ENCUENTRAS, A CADA
 INSTANTE QUE SIENTAS HABER SIDO ÚTIL,
AUTÉNTICO Y AMABLE”

Muchas veces en la vida buscamos la felicidad como algo que
se nos tiene que ser entregado, algo así como un derecho que
debemos recibir, olvidando que en la realidad lo único
auténtico es aquello que recibimos, cuando hacemos los
esfuerzos necesarios para alcanzarlos.


Ser feliz no es solamente una decisión; alcanzar la felicidad
es el resultado de haber hecho algo útil, auténtico y amable
con una clara conciencia de gratitud y retribución.

El simple hecho de ordenar las cosas que uno utiliza te
convierte en alguien útil, sin embargo el hacer algo amable es
hacer algo que uno mismo no ha desordenado.

Es admirable en la actualidad encontrar personas que
desarrollan una conciencia de entorno elevada, y logran no
sólo ordenan lo que utilizaron, sino que hacen pequeños
esfuerzos constantes por dejarlo mejor de cómo lo
encontraron.

Cabe indicar que estos actos no los realizan con queja e
insatisfacción y mucho menos son causas de agotamiento,
por el contrario hacer esos pequeños méritos los llenan de
satisfacción al haber demostrado su gratitud de manera
concreta.

Curiosamente ese sentimiento de satisfacción de hacer algo
útil, más allá de lo que normalmente debemos hacer, y por
más sencillo que sea, es el que genera en nuestro cuerpo
determinadas hormonas que permiten una sensación de
tranquilidad y alegría, es así como la felicidad aparece
disfrazada de esa magia que hace sentir la dulzura de vivir.

Esto me hace deducir que, al hacer las cosas pensando en el
bien común, con prácticas sencillas que no quitan mucho
tiempo, genera un cambio positivo en el futuro, que puede
ser inmediato, como a largo plazo y que definitivamente se
convierte en una influencia positiva que nos regresa y nos
concede bienestar.
La demostración de gratitud es algo innato que todos
tenemos en el espíritu y que lamentablemente con la
educación industrialista, se empezó a distorsionar, y, hoy en
día nuestra gratitud la demostramos dando obsequios y peor
aún, pensamos “in-inconscientemente” que si no lo recibirlos
significa que no somos realmente amados, lo que me permite
deducir que nuestros sentimientos, están influenciados por,
cuanto podemos recibir, dejando de lado la importante
realidad de que, para alcanzar la verdadera felicidad
debemos estar concentrarnos en “cuanto podemos dar”.
Ser auténticos determina exclusividad, por ser únicos en el
mundo, somos seres originales y no existe nada idéntico al
100% con otro ser humano, ni siquiera un clon puede
copiarnos, es porque somos un detalle de perfección de una
obra de arte genuina, es por eso que debemos sentir suma
gratitud por el hecho de haber nacido como seres humanos y
no como un animal, vegetal o mineral.
Esta comprobado que podemos pensar, somos seres
racionales, aquellos privilegiados del planeta, y casi la
mayoría ha olvidado lo valioso que es, buscando satisfacer su
necesidad de auto valorarse con todo lo que nos pueden
vender.
Empecemos a detenernos, demos una vuelta en U, y
volvamos a retomar el camino correcto.

Para empezar, démonos la oportunidad de reconocer que nos
hemos equivocad camino; tomemos la decisión de encontrar
en esta vida, la dulzura de vivir, reconociéndonos como seres
auténticos, únicos e invaluables, y luego de habernos
convencido de lo maravillosos que somos, sin distinción,
empecemos a buscar esas pequeñas oportunidades, para ser
útiles y amables con nuestros familiares, con nuestro prójimo
y con nuestro entorno natural, así garantizaremos que nuestro
futuro sea favorable y cuando seamos adultos mayores,
nuestros hijos y nietos se disputen por llevarnos a vivir a su
hogar.


Mary Candiotte.
23-10-2011.

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